¿Por qué los fideicomisos acaban en los tribunales?

Hay muchas razones por las que un fideicomiso testamentario puede ser impugnado ante un tribunal, entre ellas:

  • Mala gestión de los administradores
  • Influencia indebida
  • Lenguaje ambiguo en el propio fideicomiso
  • Desacuerdos entre beneficiarios
  • Preguntas sobre la salud mental del otorgante

Si tiene preguntas sobre cómo resolver uno de estos litigios, asegúrese de hablar con un abogado cualificado en litigios fiduciarios.

¿Por qué los fideicomisos acaban en los tribunales?

Hay varias razones para incluir un fideicomiso testamentario en su plan sucesorio, pero la principal es el deseo de evitar el sistema judicial. Mientras que las personas que fallecen con un testamento están casi seguras de que sus herencias se someterán al sistema testamentario -un proceso costoso y largo para sus herederos y beneficiarios-, un fideicomiso testamentario ofrece generalmente una forma de evitar este resultado, eliminando a veces la intervención legal.

Dicho esto, los propios fideicomisos pueden a veces ser objeto de disputas legales, que requieren la intervención del sistema judicial. Cuando esto ocurre, los otorgantes, fideicomisarios, herederos y beneficiarios por igual pueden beneficiarse de la experiencia de un abogado especializado en litigios fiduciarios.

6 razones por las que los fideicomisos acaban en los tribunales

Además de tener fichado a un abogado especializado en litigios fiduciarios, también puede ser útil saber por qué los fideicomisos acaban en los tribunales en primer lugar. He aquí algunos de los problemas más comunes.

1) Mala gestión de los administradores

Cuando alguien (el otorgante) establece un fideicomiso, debe lista a alguien para que actúe como fideicomisario. El fideicomisario se encarga de gestionar y administrar los bienes contenidos en el fideicomiso. Tienen la obligación fiduciaria de actuar en el mejor interés del otorgante y los herederos o beneficiarios nombrados en el fideicomiso. Naturalmente, a la hora de seleccionar a un administrador, es importante elegir a alguien ético y responsable, alguien que no sea negligente ni esté acosado por la parcialidad y el favoritismo.

A veces, los fideicomisarios no cumplen sus obligaciones fiduciarias, ya sea por deshonestidad o por ignorancia. Algunos ejemplos son el uso indebido de fondos, el descuido en las distribuciones obligatorias o la falta de comunicación adecuada con herederos y beneficiarios. La apariencia de negociación propia también puede dar lugar a acusaciones de mala gestión por parte del fideicomisario.

Quienes sientan que su patrimonio se ha visto comprometido por la mala gestión de un fideicomisario pueden emprender acciones legales contra el propio fideicomiso, lo que puede dar lugar a un litigio ante los tribunales.

2) Influencia indebida y manipulación de la confianza

Influencia indebida es el término utilizado para describir a las personas que utilizan una posición de confianza o autoridad para obtener indebidamente la totalidad o parte de un patrimonio.

Por ejemplo, supongamos que el otorgante es una anciana a la que se le ha diagnosticado demencia. La otorgante tiene tres hijos que viven lejos y un novio que vive con ella y la cuida a diario. El novio podría utilizar su proximidad con la otorgante para influir en un cambio en el fideicomiso, pidiéndole que lo modifique para que todos los bienes vayan a él, no a los niños.

La influencia indebida es una causa frecuente de impugnación de testamentos, fideicomisos y herencias. Si sospecha que se trata de un caso de influencia indebida, puede merecer la pena hablar con un abogado especializado en litigios fiduciarios.

3) Disposiciones fiduciarias ambiguas o poco claras

A la hora de redactar el lenguaje de un fideicomiso, la claridad es fundamental. Por este motivo, siempre es aconsejable trabajar en estrecha colaboración con un abogado experto en planificación patrimonial que pueda ayudarle a evitar ambigüedades.

La ley define la ambigüedad fiduciaria como cualquier situación en la que dos personas podrían leer el lenguaje de un fideicomiso y cada una razonablemente llegar a una serie de conclusiones diferentes sobre las intenciones del otorgante. Este tipo de falta de claridad suele desembocar en un litigio que requiere la intervención de un abogado especializado en litigios fiduciarios.

4) Disputas entre beneficiarios

Una de las ventajas de la planificación patrimonial es que le permite ser claro y preciso sobre cómo desea que se distribuyan sus bienes a su muerte. Aun así, es posible que haya supervivientes que discutan las asignaciones declaradas, ya sea porque no reciben lo que perciben como su parte justa o porque no reciben nada.

Aunque este tipo de disputas pueden evitarse comunicando claramente a los miembros de su familia cómo se gestionará su patrimonio tras su fallecimiento, pueden surgir problemas en los que los beneficiarios planteen preguntas o dudas. Por ejemplo, a un heredero puede preocuparle que uno de los otros beneficiarios haya ejercido una influencia indebida en el proceso de planificación de la herencia, lo que puede dar lugar a una disputa que sólo puede resolverse en los tribunales.

5) Retos para la agudeza mental del otorgante

Cuando se crea o modifica un fideicomiso, generalmente se supone que el otorgante está en su sano juicio. Una de las formas más habituales de que un beneficiario o un heredero impugnen la validez de un fideicomiso o cuestionen una modificación más reciente del mismo es alegar que el otorgante no se encontraba en las condiciones mentales adecuadas, tal vez alegando demencia, Alzheimer o una enfermedad similar.

6) Constitución incorrecta del fideicomiso

También se puede impugnar un fideicomiso si hay motivos para pensar que no se redactó adecuadamente; por ejemplo, si no está claro o le faltan elementos esenciales, como un otorgante nombrado, un fideicomisario cualificado, beneficiarios, activos y plazos.

Si surgen dudas sobre alguno de estos elementos, la validez del fideicomiso puede ser impugnada ante los tribunales, lo que posiblemente requiera la intervención de un abogado especializado en litigios sobre fideicomisos.

Evitar y responder a los conflictos fiduciarios

Nadie quiere que su patrimonio se vea envuelto en una escaramuza legal, por eso es tan importante elegir a un abogado cualificado en planificación patrimonial que le ayude a redactar un lenguaje claro y preciso. Además, es fundamental seleccionar a alguien ético y responsable para que actúe como fideicomisario.

Incluso con las precauciones más sólidas, a veces pueden surgir conflictos. Para navegar por las reclamaciones relativas a una disputa fiduciaria, busque un abogado experto en litigios fiduciarios.

En resumen: Si participa en un fideicomiso o está pensando en crear uno, busque siempre asesoramiento jurídico experto para garantizar la claridad y minimizar la posibilidad de disputas.